Los organismos producen y distribuyen en sus cuerpos una variedad de sustancias químicas que regulan y coordinan muchas actividades biológicas.
Una categoría especial de coordinadores químicos son las hormonas. Este término se refiere a cualquier sustancia química producida secretada por un tejido o por un órgano, transportada por la sangre u otro fluido corporal para ejercer su influencia en otro lugar del organismo. . en los invertebrados este tipo de fenómeno se asocia con el sistema endocrino, con sus conocidas glándulas como lugares de producción.
Las hormonas de dividen en dos tipos: las hormonas endocrinas, segregadas por glándulas y liberadas en el líquido circulatorio, y las neurohormonas, producidas por neuronas especiales denominadas células neurosecretoras.
En los artrópodos, las hormonas están implicadas en el control del crecimiento la muda, la locomoción la migración del pigmento, en lo anélidos, las hormonas influyen sobre el crecimiento, la regeneración y la madurez sexual.
Las hormonas al ser transportadas por el líquido circulatorio, alcanzan todas las regiones del cuerpo. El lugar de acción u órgano diana, debe reconocer las hormonas adecuadas entre las miles de sustancias del entorno. Este reconocimiento implica generalmente una interacción entre la hormona y la superficie celular del órgano diana.
Las feromonas son sustancias que actúan como hormonas interespecificas. Estas sustancias químicas son producidas por órganos y liberadas al entorno, donde tienen un efecto sobre otros organismos. Casi toda la investigación sobre las feromonas se ha llevado a cabo acerca de sus acciones intraespecificas, especialmente en los insectos, en los que actividades como la atracción sexual están frecuentemente relacionadas con estas sustancias transportadas por el aire. Podemos considerar que las feromonas coordinan las actividades de las poblaciones, de la misma forma que las hormonas lo hacen con los organismos individuales.
Ecdisona y hormona juvenil
En el control de la muda intervienen células neurosecretoras, productoras de ecdisotropina (neurohormona) y glándulas secretoras. Aparecen dos tipos de glándulas, que son los cuerpos alados, que liberan neotenina (hormona juvenil), y las glándulas ecdisisales, estas sintetizan ecdisona, que es la hormona responsable de la muda.
El estímulo que dispara el proceso de la muda es la presión que ejercen los tejidos sobre la pared del cuerpo cuando se alcanza la máxima capacidad del exoesqueleto. Los estímulos son recibidos por el cerebro. Las células neurosecretoras, que allí se encuentran, liberan ecdisotropina a la hemolinfa. Esta neurohormona actúa sobre las glándulas hormonales.
Durante el estadío larvario (o juvenil), las glándulas de los cuerpos alados liberan neotenina. Así se mantienen las características larvarias. Al desencadenar el proceso de la muda, la ecdisotropina actúa a dos niveles. Primero, inhibe la liberación de neotenina. Posteriormente, estimula la producción de ecdisona por las glándulas ecdisiales. Estos cambios hormonales provocan la muda y el desprendimiento del exoesqueleto.
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